La oposición al líder libio Muamar Gadafi consiguió hacerse con la tercera ciudad del país, Misurata, y con Al Zawiya, a 50 kilómetros de la capital, Trípoli. Mientras, en Benghazi se creó un gobierno de transición provisional.
Según aseguró un residente de Misurata a la emisora Al Yazira, las tropas gubernamentales abandonaron la ciudad. Misurata se encuentra a 200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y es un centro económico de Libia. La oposición afirma que todo el este del país se encuentra “liberado”.
Parte de las tropas de Gadafi se unieron a los opositores en Al Zawiya, que se habrían hecho con las armas y tanques.
Mientras tanto, Gadafi sigue atrincherado en Trípoli. El dirigente se halla en Bab al Asisiya, que está rodeado por medidas de seguridad, según el periódico Asharq Al Awsat. Según Al Yazira, el líder libio sigue sin pensar en exiliarse o dejar el poder, prefiere morir antes que abandonar Trípoli.
Varias ciudades del oeste del país se encuentran “en manos del pueblo y preparan una marcha para liberar Trípoli”, dijo en Nalut, a 60 km de la frontera con Túnez, un dirigente del comité revolucionario.
Nalut fue abandonada por la policía, los militares y las otras fuerzas leales a los dirigentes libios, y está administrada por una decena de dignatarios reunidos en el seno de un comité revolucionario.
La rebelión libia anunció en Benghazi la creación de un “Consejo Nacional” que representa a las ciudades en manos de la insurrección, un paso simbólico aunque aún impreciso de cara a su esperanza de terminar con el régimen de Gadafi.
“No podemos llamarlo gobierno de transición. Es un consejo nacional hasta que Trípoli no sea liberada”, agregó Abdelhafez Ghoqa.
Gadafi desestimó las nuevas sanciones de Naciones Unidas y dijo que un pequeño grupo de rebeldes protestando contra su Gobierno sería rodeado y vencido.
Declaró también que la votación del Consejo de Seguridad de la ONU imponiendo sanciones de viaje y activos en su contra y para algunos asesores, era NULA Y VICIADA.