Grecia inició ayer una cita combativa de 48 horas, en la Plaza Síntagma.
Se trata de una magna movilización, dos días de huelga general con la pretensión de acabar con los recortes del Gobierno.
Los Indignados griegos dicen que esta batalla no es solo suya, sinó que es una luz de esperanza para todos los pueblos del mundo que quieren tomar la vida en sus manos, cambiar el rumbo.
Hoy 29 de junio, un grupo de manifestantes se enfrentó con la policía antimotines frente a la sede del Ministerio de Finanzas en rechazo a la aprobación del Parlamento del impopular paquete de recortes adicionales.
Indignados con la política del gobierno del primer ministro George Papandreu, una treintena de huelguistas rodearon la entrada del edificio en la céntrica plaza Syntagma y vocearon consignas antigubernamentales.
Los enfrentamientos causaron tres heridos entre los manifestantes, según la agencia noticiosa ANA-MPA. La policía dijo que habían atacado el edificio con piedras y palos, «rompiendo las ventadas de la fachada y de los pisos superiores».
La plaza ateniense se mantiene tomada por los manifestantes y rodeada en sus inmediaciones por miles de agentes antidisturbios, luego de seis semanas de ininterrumpidas protestas en Atenas.
El paro de 48 horas, organizado por las principales centrales obreras de los sectores público y privado, afectó al transporte urbano, aéreo y marítimo, así como otras actividades productivas y de servicios.
La respuesta a la huelga ha sido casi total, aseguraron la Confederación General de Trabajadores y el gremio de empleados privados ADEDY en un comunicado conjunto.
Se paralizaron los trabajos en los astilleros, refinerías, el transporte, los puertos y la metalurgia, donde se registró la mayor participación al paro laboral, afirmaron los organizadores de la cuarta jornada de huelga nacional en lo que va de año.
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