El Presidente de Bolivia Evo Morales detiene el proyecto de carretera en medio de masivas manifestaciones de protesta y violenta represión.
La columna de unos 1.500 indígenas fue disuelta el domingo con suma violencia por medio millar de policías que golpearon y amordazaron a dirigentes de las etnias amazónicas y a mujeres, y les trasladaron por la fuerza a autobuses y camionetas hacia pueblos vecinos. El Presidente se rindió ante las protestas populares y por la represión a la marcha indígena. En una breve declaración, sin permitir preguntas de la prensa y al término de una larga jornada de protestas generalizadas, anunció “queda suspendido el proyecto de carretera en el Parque del Territorio Indígena Isiboro Sécure” (Tipnis). Las regiones que atravesará la obra deciden su continuidad.
El mandatario de origen aimara, que ha visto muy deteriorada su imagen de ecologista e indigenista, había reiterado que la carretera, financiada por Brasil, iba a seguir adelante.
Su negativa a reconsiderar el trazado de la vía, a través de una reserva ecológica, desató una escalada de protestas y la marcha indígena desde la Amazonía a La Paz, que el domingo cumplió 41 días. Nos movilizamos desde la distancia. Menos mal que el buen tino le hizo entrar en razón.
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