Esta primavera, anidaron en nuestro garaje, golondrinas que han animado nuestras entradas y salidas. Se han multiplicado con holgura, restos de huevos y alguno que no llegó a feliz término han hecho las delicias de mis nietos en sus visitas. Anoche hice unas fotos, se ven dos jóvenes aves que, creo , no vuelan aún. Es preciso poner atención en sus vuelos, son bajos, rápidos. Ojalá supieramos, como las golondrinas, volar y encontrar espacios nuevos, dignos… Ah! y regresar de nuevo a los mismos hábitats cuando el tiempo amaine…
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