Ayer, noche de dioses en el espacio Barts del Paralelo barcelonés, para homenajear a Bebo Valdés. Bebooo, Beboooo, Bebooooo… fue el grito de guerra de la noche, el mismo que le han dado al 45 Voll Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, que con gran profesionalidad, han preparado los organizadores, The Project. Su pretensión, es que el Festival sirva para recordar y homenajear a una de las grandes leyendas de la música, Bebo Valdés, fallecido el pasado mes de marzo a los 94 años. Era un personaje singular, irrepetible, ya que, además de gran músico, era todo corazón, su sonrisa, su mirada, sus palabras le convertían en ser especial, querido, admirado. Su hijo Chucho Valdés fue el director del evento, que estuvo acompañado por sus Afro-Cuban Messengers, rumberos cubanos, un cuerpo de baile, los pianistas Mauricio Vallina y Paloma Manfugas e invitados especiales, entre los que se encuentraban Javier Massó Caramelo, Omar Sosa, Lázara Cachao, Jerry González, Javier Colina y la hija menor de Bebo, Mayra Caridad. El espectáculo fue seguido con entusiasmo a lo largo de tres horas.
«El día que yo muera, no quiero lloradera», solía decir el músico cubano y, fieles a este deseo, los organizadores del festival y su hijo Chucho, decidieron rendirle un «único» homenaje con amigos para «armar una gran fiesta», en palabras del director artístico del festival, Joan Anton Cararach. «Esta es la primera vez que reuniremos tantos talentos juntos en un escenario, es algo irrepetible. Bebo debe estar dando las gracias por ahí», señaló Chucho Valdés. Barcelona ha tenido el privilegio de disfrutar de su arte muchas veces en todo tipo de formatos: trío, big band, con el espectáculo Lágrimas negras, en dúo con Javier Colina, en dúo con el su hijo Chucho… Compartimos ron y chocolatinas, cantamos, bailamos, nos emocionamos con alguna de sus «joyas» como lágrimas negras…Cuando acabó el espectáculo nadie se movía, permanecimos envueltos en aquella mágia que bebo sabía construir y que todos los artistas de ayer supieron transmitir, su veneración hacia aquel ídolo que se mantuvo fiel a su legado de amor, de esperanza…
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