El Barça ha jugado un buen partido, sin contar con sus «estrellas», en la primera mitad. Excelentes goles de Cesc -el segundo extra, de penalty- que ha jugado un gran encuentro. El once inicial al completo, jugó con acierto su papel pero, sin saber transmitir alegria. Todo cambió cuando Messi comenzó a calentar, sobre la hierba del Camp Nou, el clamor hacia su persona se fue reproduciendo hasta que, en el minuto 17 de la segunda mitad , Lionel Messi, reaparecó, volvió a jugar, marcó dos goles, después de 58 días ausente por una lesión.
No me equivoco si digo «Llegó, miró, venció.» Cuando Messi reapareció, el equipo parecía otro. El espiritu del argentino no solamente brilló para sí, sinó que todos los jugadores del Barça adquirieron su «halo», junto al joven maestro. Brilla, convence, marca, y el Barcelona gana 4-0 al Getafe . Quienes vimos el partido por TV, dejamos de dormilar. La presión era dura. Todo ha cambiado, en unos pocos minutos. Messi, sabe como moverse e incitar, cómp mnejar a sus compañeros, crear jugadas de gol, a moverse de un lado para otro para que nadie se duerma.
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