Esta semana ha sido entrañable compartiendo mucho tiempo con los amigos. Aprovechamos la visita de Lluis y Teri, para nos desplazarnos a Tarragona con Toña, Luis, Anna, Montse, Antonio, Ramón y yo. Allá estava Eva, nuestra vigia, la que hace de medium entre los de Barcelona y los de Tarragona. Programaron una visita turística con el tren, visita de 50′ por la Imperial Tarraco, que recomiendo. Las calles y plazas, desde el tren, que parece de juguete, ganan en majestuosidad. Lástima de tanta obra pública, que impide pasear con tranquilidad.
Así, vimos cual niños, desde la Catedral al puerto, la Tabacalera, los Museos, el maravilloso Mediterráneo que, movido por un suave viento, se balanceaba para deleite de los visitantes. Dia esplendido, ni frio ni calor, amena y profunda conversación alrededor de la mesa, para almorzar, antes, para un vermout, naturalmente Yzaguirre, el de Reus, extra como siempre. ¿Qué seria de nuestras vidas sin el calor que otorgan los buenos amigos? Gracias a todos, sois fenomenales.