Interesant charla del Dr. Iñaki Alegria, que vino a Puiggraciós a contarnos su vida en Gambo. Digno de encomio el posterior dialogo con los asistentes, interesados en lo que contaba, la agobiante miséria. Viven del campo.
Los asistentes, mostraron mucho interés en aquella población, en la que, la principal riqueza es la salud. «Hay viajes de los cuales nunca regresas. Etiopia engancha » manifestó.
«Cuando de noche cierras los ojos, se te aparecen todos y, te preguntas, ¿podrán almorzar, cenar…»
De forma sencilla, de tu a tu, Iñaki desgranó cómo transcurre la vida en aquel Hospital ubicado en la Región de Oromia, a 245 Kms. al sudeste de la capital del país, Addis Abeba, a 18 Kms. de la ciudad más cercana, a través de una pista forestal. Está en una de las laderas del Valle del Rift, a 2200 metros sobre el nivel del mar.
Atiende unos 3700 pacientes ingresados en sus 150 camas (Medicina Interna (21 camas), Tuberculosis (18 camas), Lepra (46 camas), Cirugía (25 camas), Ginecología y Obstetricia (12 camas), Pediatría (30 camas). Es necesario que cada cama sea ocupada a razón de dos niños cama. Tiene un edificio de consultas externas con 10 consultorios en los cuales se atiende una media de 37000 pacientes al año. Es Hospital de Referencia de 300 mil usuarios.
La mujer es la que tiene principal cometido, igual que las niñas, que no van a escuela como los niños. Desde muy pequeñas trabajan junto a sus madres. Niñas que seran a su vez madres, entre los 15/16 años.
Su misión es cuidar de la casa, de los hijos, ir a buscar agua, carecen de electricidad, saneamiento, las calles no están asfaltadas.
La labor del médico es dura. Cuesta soportar que los niños mueran con uno o dos años, por enfermedades evitables.
Pocos médicos, pocos técnicos en Enfermeria, escasos medicamentos.
Presentó su libro «Alegria con Gambo», que en estos momentos está promocionando. Lo que se recaude servirá para ayudar a los habitantes de aquella población: cuidar de su salud, educar, evitar que la desnutrición o una inflamación respiratoria acabe con las vidas de los bebes de entre 1-2 años.
Resaltó la importancia que, para ellos, es poder darte lo poco que tienen. Su generosidad abruma. Son felices a pesar de sus carencias.
Inaceptable la falta de valores de nuestra sociedad, nuestra mirada que no ve, nuestros oidos que no escuchan…
Ellos, a pesar de las necesidades, de su pobreza económica, sonrien y son felices, mientras que nosotros, nunca nos sentimos satisfechos, y, nuestros valores, quedaron en el olvido.
Debe estar conectado para enviar un comentario.