Mañana 30 de septiembre se cumpliran 5 años de una protesta de policías en Quito, que llevó al país al caos, poniendo en jaque a su Gobierno.
Tras permanecer 11 horas retenido en un hospital por los amotinados -donde acudió tras el intento de agresión y necesitar atención médica-, el presidente Correa fue liberado por el Ejército leal al mandatario. .
Fueron largas horas, duras para el país, nadie sabía lo que estaba pasando. Hubo tiros por parte de los sublevados, en los alrededores del edificio donde Correa se hallaba atrapado.
Tras su liberación Rafael Correa se dirigió al país, desde el Palacio presidencial y denunció un intento de golpe de Estado, inspirado por la oposición.
De nuevo este año, las movilizaciones han salido a la calle, con una estrategia conocida como golpe blando, ensayada ya en Venezuela, Bolivia y otros países progresistas. Generar malestar, es el motivo principal de la derecha que, no perdona los logros del Gobierno. La pretensión es dividir, infundir rumores, provocar miedos.
No les interesa, a algunos exmandatarios, que el Presidente Correa siga gobernando, consiguiendo que la vida, para los menos favorecidos, haya tomado nuevo cariz: educación, sanidad, cultura, comida para todos.
Duelen las maniobras oscuras, la implicación de muchos que, deberian recordar cómo estaba su país cuando Correa llegó.
Debe estar conectado para enviar un comentario.