Increíble partido el de esta noche frente a la Roma. Parecía una prolongación del jugado en el Bernabeu, como si no nos hubiésemos movido del sillón frente al televisor. Se diría que la misión del Barça era de «Todos a la una, como Fuenteovejuna.»
Nadie nos ha defraudado, todos estuvieron en el lugar preciso en cada momento, insistiendo, a pesar de la goleada. Curiosamente al final del partido, todos jugaban intentando que Neymar hiciera su gol particular.
La Roma no sabía dónde estaba, casi me alegré del gol del honor que marcó Edin Dzeko en el último minuto, en el descuento. Honor que, a lo largo del juego, los azulgrana les habían secuestrado.
Bravo Luis Enrique, buena dirección, buenos posicionamientos, nadie desentona. Luis Suárez con su dueto, minutos 15 y 44. Messi otro par de goles en los minutos 18 y 60. Festejamos de manera especial el de Piqué, merecido, buscado, en el minuto 56. Por unos minutos pensamos que Neymar conseguiría el suyo cuando la Roma fue castigada con un penalti justamente sobre su persona pero, falló. Era el minuto 77. Pero Adriano, casi recién incorporado, atento a la jugada, aprovecha el rebote y, a bocajarro, marca el sexto gol.
Ter Stegen no quiso desentonar en el recital y se sumó a la fiesta barcelonista parando un penalti a Dzeko. Messi vuelve con un doblete, totalmente recuperado· Piqué se desquita del Clásico anotando el cuarto tanto azulgrana. Adriano se suma a la jerga anotadora.
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