Será un buen final del largo Proceso de Paz iniciado hace muchos años. No es fácil cuando no se atiende a razones. Cuando no se conoce la verdadera historia de aquel maravilloso país, tan vilmente ultrajado.
El diálogo ha sido de sordos que no querían o mejor, no les permitían escuchar.
¿El miedo, el terror? Un gobierno que no atendia a razones, que castigaba, prohibia, ultrajaba, asesinaba en nombre de la ley. Ha sido el desatino de unos pocos que ha costado mucho dolor, muerte inutil.
Pero la libertad, este don preciado de nos pertenece a todos, ha ganado por fin la batalla. Ha sido árdua, larga, dura, envenenada.
Ahora ya solo falta que todos los presos politicos vascos sean trasladados cerca de sus casas.
Exijo que se escriba la verdadera historia de tantos años sumidos en la desesperanza.
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