Aunque artífice de la independencia de la India Gandhi nunca es evocado por ese logro. Fue su perseverancia en un activismo pacífico de NO Violencia y, en sus grandes compromisos-convicciones. Su punto de mira era amplio, su visión de la vida sublime. Sus logros más notables: abolición de las castas, justicia social para todos, por medio de la transformación de las estructuras económicas. Acercamiento y respeto entre las distintas religiones, a partir de una ética renovada. Fue un gran testimonio espiritual y pacificador, un anacoreta presto a los ayunos, a las rebeldias pacifistas. En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi introdujo la ética en la vida pública a través de la palabra y el ejemplo. Vivió en una pobreza sin paliativos, de ahi que se le reconozca como el apóstol de la no violencia, caso único entre los revolucionarios de todos los tiempos, el más admirado de los líderes espirituales modernos.
Era sencillo, austero, inflexible ante la ignominia que recibia su pueblo y todos los sectores humildes. Capaz de mantenerse horas sentado, reivindicando cambios al sistema dominante. Se convirtió en un referente, un gran inspirador de todos los que vivimos el pacifismo como norma de vida.
Lo ha sido de personajes conocidos como Nelson Mandela, Martin Luther King, Federico Mayor Zaragoza.
Cuando recorrimos los Cinco Continentes con la Marcha Mundial por la Paz y la No violencia -2009/2010, fue nuestro guia, nuestro «escudo».
Hombre sencillo, dispuesto a salir al encuentro de aquellos que le necesitaban. Estaba casado y, tenia 4 hijos.
Fue asesinado el 30 de enero de 1948 cuando, al anochecer, se dirigía a la plegaria comunitaria y fue alcanzado por las balas de un joven hindú.