La cocina, con la debida vigilancia paterna o materna, es un buen sitio para que los pequeños practiquen algunas manualidades; siempre será mejor eso que los dibujos animados que a menudo les endilgamos para que no den la lata.
Son pensamientos de Santi Santamaria, el gran cocinero catalán, el primero que saltó a la palestra del mundo con su cocina tradicional-innovadora. Con todas las estrellas posibles, nunca dejó de ser el amigo de los amigos sin petulancia, que estaba a tu lado siempre que le necesitabas. ¡Cuánto te hemos echado de menos! Hoy 28 de julio cumpliría 61 años.
Tristemente las estrellas son fugaces, pocos se acuerdan de ellas una vez han pasado, cuando por ley de vida o por algún motivo especial han desaparecido. Me duele que, demasiados hayan escuchado a los marañeros de turno para descalificarle, muchos de ellos fieles aduladores cuando de comer se trataba. De todos conocidos.
Santi fue para nosotros como un hijo más, se comportaba como tal siempre. Siempre en el recuerdo, con lugar preferente en el corazón, junto a los míos.
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