Viajé hasta Siracusa, Italia. Allí divisé por primera vez el barco en el que iba a acompañar al equipo. Pude ver de primera mano los problemas que los voluntarios tienen que solucionar para que la embarcación pueda seguir adelante. Se trata de un barco viejo, en mal estado, y solo la fuerza de las convicciones y un trabajo constante permiten que los rescates sigan realizándose.
En estos días he vivido cuatro rescates. 364 personas han vivido cómo este equipo recuperaba parte de sus sueños de un mar que pretendía arrebatárselo. Mujeres, hombres y niños que solo buscan una vida mejor, a veces simplemente eso, una vida.
Fundacion, estas historias suceden todos los días. El mundo está lleno de personas buenas que salvan vidas. Acciones valiosas que otros se empeñan en ocultar, y es necesario que podamos contarlas.
Si he podido compartir esta experiencia y conocer de primera mano a los protagonistas de los rescates es gracias a La República de Público. Las suscriptoras y los suscriptores de nuestro periódico nos permiten enarbolar con pasión la bandera de los derechos humanos. No hacemos solo periodismo, sino que transformamos la realidad que nos rodea. Y eso, Fundacion, es lo que merecen las personas valientes que he conocido.
Hoy me gustaría ser yo la que te pidiera que te unieras a La República de Público. Por tan solo 6 euros al mes nos permitirás seguir avanzando, contra viento y marea.
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