¿Es posible tanta desigualdad? ¿Es este el mundo que queremos? Yo ¡NO!
Confinados en casa, con comida y calefacción, horroriza pensar en los que, sin casa, sin comida, sin familia, deben pasar esta Pandemia en la calle a merced de quienes quieran socorrerlos o, castigarlos
Mundo de locos el que entre todos hemos construido o, permitido construir.
Es tiempo para pensar, meditar lo que podiamos haber hecho y no hicimos. Lo que NUNCA debimos permitir y permitimos: somos cómplices.
NO se cómo piensan quienes gobiernan el mundo pero, urge, acabar con tantos políticos que cobran sin escrúpulos y no hacen nada. Demasiados en todos los Comités que deberian ser temporales, no a perpetuidad y con sueldos excesivos.
Exijamos que quienes dominan el poder den un vuelco en las maneras de obrar. Lo más cercano que tenemos son los Ayuntamientos y, en Catalunya, las Diputaciones, con todo la parafenalia que supone de cargos, con personas que tienen ya otros sueldos y perduran en el tiempo, sin caducidad.
Urge conseguir que el trabajo sea para quienes lo necesitan, NO los de turno. Cobrar por trabajo llevado a cabo. Tu me haces, yo te doy… Así será el futuro que yo imagino.
Educación debe ser nuestra principal arma. Educar para la vida, además de enseñar alguna especialidad-oficio-profesión que permita vivir con sueldos dignos-equitativos para mantener a las familias: cuidar de los niños y los ancianos.
Acabemos con el SILENCIO. Aprendamos a decir NO, a lo que no es bueno para la sociedad global.