“Todos los países de América Latina y el Caribe votan en Naciones unidas a favor del levantamiento de las sanciones económicas contra Cuba”
Doctor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, profesor de Teoría de la Comunicación durante cerca de treinta años en la Universidad París VII, semiólogo del cine y periodista, Ignacio Ramonet es uno de los mejores especialistas de América Latina, donde ha estado numerosas veces. Sus amplios conocimientos de las problemáticas continentales han hecho de él uno de los conferencistas más solicitados a través del mundo. Varias instituciones de enseñanza superior, tales como la Universidad de Santiago de Compostela en España, la Universidad de Córdoba en Argentina, la Universidad de La Habana en Cuba o la Universidad de Santo Domingo en República Dominicana le han otorgado el título de Doctor Honoris Causa por sus numerosas obras.
Director del mensual Le Monde diplomatique de 1990 a 2008 en su versión francesa, Ignacio Ramonet dirige actualmente la edición en español del periódico. Ha realizado numerosas entrevistas con líderes políticos de América Latina. Se entrevistó varias veces con el expresidente cubano Fidel Castro y de esos intercambios nació la obra de referencia Fidel Castro: biografía a dos voces, publicada en una veintena de idiomas. También entrevistó al expresidente venezolano Hugo Chávez y publicó un libro titulado Hugo Chávez, mi primera vida. Es autor de unos veinte libros publicados en varios idiomas.
El Senado francés le ha otorgado la Medalla de Oro “por su acción a favor del acercamiento entre Francia y América Latina”. También ha recibido el Premio FAO de Naciones Unidas “por sensibilizar a la sociedad sobre la problemática del hambre en el mundo”. La ciudad de Nueva York, por su parte, le ha entregado la distinción de honor Proclamation por sus obras a favor de las comunidades latinas.
En estas conversaciones, Ignacio Ramonet evoca las relaciones conflictivas entre Cuba y los Estados Unidos y propone una mirada avisada sobre la política hostil impuesta por Washington. Recuerda que la comunidad internacional, incluso los principales aliados de la Casa Blanca, pide desde hace varias décadas el levantamiento de las sanciones económicas que afectan a la población cubana y que se han acrecentado bajo la administración de Trump, en plena pandemia mundial de Covid-19. Evoca finalmente las medidas que puede tomar la nueva Administración de Biden para volver a una política más constructiva en las relaciones entre ambos países.
Salim Lamrani: Ignacio Ramonet, ¿cómo explica usted la persistencia del conflicto entre Cuba y los Estados Unidos treinta años después de la caída de la Unión Soviética? ¿Cuáles son, según usted, las verdaderas razones que motivan la política hostil de la Casa Blanca contra Cuba?
Ignacio Ramonet: Es una pregunta muy pertinente y se la hace mucha gente. ¿Cómo es posible que los Estados Unidos, después de sesenta años, mientras se sucedieron presidentes muy diferentes, mantengan una hostilidad tan fuerte hacia Cuba? Sin embargo, la Revolución Cubana tuvo lugar en 1959 y la Unión Soviética desapareció en 1991. En el mismo tiempo, los Estados Unidos sellaron la paz con Vietnam, donde libraron una guerra que les costó decenas de miles de muertos, una guerra que duró más de quince años. También sellaron la paz con China Popular, a la que no había reconocido durante mucho tiempo. Esta hostilidad no parece atenuarse, aunque se pensaba que con la llegada de Joe Biden se iban a suprimir muy rápidamente las últimas sanciones que impuso Trump.
Creo que una de las respuestas – hay otras – es que Cuba se ha convertido para los Estados Unidos a lo largo de esos sesenta años una cuestión de política interior. En Florida vive una comunidad de más de un millón de cubanos que están muy arraigados en este importante Estado, como se ha podido ver en las últimas elecciones americanas. Hay cerca de 30 grandes electores en la Florida y es uno de los Estados más importantes. Es una comunidad muy fuerte. En los primeros años posteriores al triunfo de la Revolución todos los grandes hombres de negocios, todas las grandes fortunas, todos los grandes terratenientes se instalaron en Miami. En aquella época la Florida era un pequeño Estado. Miami era un pequeño balneario. Era equivalente a Saint-Tropez, no llegaba ni siquiera a ser Niza. Hoy día es el puerto de cruceros más grande del mundo y uno de los puertos comerciales más importantes del mundo. Miami es ahora una ciudad muy poblada, muy dinámica desde un punto de vista económico y está ampliamente controlada por los cubanos. El alcalde y las principales autoridades son cubanos o de origen cubano. Por otra parte, la Florida manda a parlamentarios tanto al Senado como a la Cámara de Representantes. Es entonces una cuestión muy nacional. Esta comunidad hace todo lo posible para que no se olviden sus reivindicaciones, a pesar del tiempo que pasa. Mantiene abierta la herida de las relaciones americano-cubanas.
El único presidente que avanzó – más que ningún otro – en una dirección de cambio de política es Obama. Hillary Clinton era Secretaria de Estado. El principio era sencillo: una política que no ha funcionado durante sesenta años no funcionará. Obama había dicho varias veces que buscaba el mismo objetivo, es decir el fin de la Revolución Cubana, pero de otra manera. La táctica sería la del “abrazo del oso”. En otras palabras, al mandar a turistas y al hacer negocios con Cuba, como fue el caso con Vietnam, el sistema acabaría por cambiar de naturaleza.
Entrevista completa: https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/22340
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