Encontré este artículo-entrevista de hace unos años que sigue vigente en mi vida
Proviene del seno de una familia sencilla de Catalunya y dice no haber conocido eso que llaman calor familiar». Dice tambien que la rebeldía por alcanzar un mundo mejor la descubrió hacia los 17 años de edad, cuando ya había escuchado cinco declaraciones de amor, incluyendo la de quien se convirtió en su marido y padre de sus nueve hijos.
Montserrat Ponsa, se siente con suficientes fuerzas para seguir luchando al lado de los pueblos oprimidos del mundo y nos invita a reivindicar la palabra que nos hermana, «abusando de ella con cariño y lealtad».
-Mujer y “marciana” (nació un 9 de Marzo) es también marxista: ¿Esa triple coincidencia le parece que guarda alguna relación con su condición de luchadora revolucionaria? ¿Por qué?
Me considero una persona normal, sin envidias sin afán de notoriedad. Nací el año 1937, en el seno de una familia sencilla que, cuando tenia 7 años, me llevaron a vivir a casa de unos tíos que no tenían hijos a 70 km de distancia. Nunca tuve calor familiar. A penas conviví con mis tres hermanos. El pequeño nació cuando yo ya no estaba allá. Las comunicaciones no permitían aquel viaje el año 1944. Tuve que adaptarme sin hermanos, padres, amigos. Lloré mucho. La rebeldía de un futuro mejor supongo comenzó entonces. En la ciudad me consideraban pueblerina, cuando iba a mi pueblo incluso mis hermanos me miraban con envidia. Lloré mucho. Siempre fui activista. Fui a un colegio de monjas. Mis tíos no me dejaron ir al Instituto donde cursar Bachillerato por el hecho de compartir chicos-chicas. No tuve posibilidad de ir a la Universidad, cursé Estudios de Comercio e Idiomas. Clases de danza clásica, Pintura, Costura, lo que se estilaba en aquel entonces. Fue ya casada que hice estudios Universitarios pero NO terminé. Mis 9 hijos me retenían.
Mi ciudad era Granollers, a 40 Km de Barcelona. Con unas amigas organizamos un equipo de baloncesto. Competíamos con otros equipos de Catalunya. Así conocí al que sería mi amante esposo, médico. Era nuestro entrenador. En un viaje a Lérida para jugar un partido, nuestro bus chocó contra un árbol por culpa de la lluvia. Dos heridos graves, una era yo. Fuerte conmoción cerebral y fisura de unas vértebras. Tres meses de reposo absoluto envuelta en yeso lo que llaman una Minerva. Tenía 17 años cuando escuché 5 declaraciones de amor. También la del que fue mi amante esposo. Compartimos 40 años hasta su muerte. Tuvimos 9 hijos 16 nietos, 2 biznietos. Me falta pero, sigo en la lucha.
-Usted dijo en una entrevista: “Yo me siento muy eje del mal” ¿qué significa esa opción en un mundo en el que quienes allí se ubican, suelen ser objeto de persecuciones, sanciones y hasta exterminio? ¿Cuál es su lectura de ser eje del mal desde las luchas revolucionarias del pueblo catalán? ¿Siente que se retroalimenta con las luchas de los pueblos latinoamericanos?
Eje del mal en tanto que prohibiciones. Siempre he sido muy activa a favor de los sencillos Soy atípica
Para Monserrat Ponsa Tarrés ¿el sentido común de las mujeres podría servir para Humanizar la Humanidad?
No me gusta que nadie me manipule. Siempre supe lo que NO quería. Por donde no pasaría. Que nunca me dejaría manipular. Soy atípica. He tenido oportunidades. Nunca acepté lo que no me corresponde. Nunca acataría órdenes que no formaran parte de mi ética. Cuesta vivir pero, nunca quisiera arrepentirme de algo innoble. Ello comporta que me consideren no-sociable. La envidia suele ser perniciosa. Jamás la he sentido. He formado parte de diferentes organizaciones siempre en defensa de la Humanidad.