Nada es fácil si, quienes visitamos este país lo hacemos con ojos occidentales. La vida, acá, me recuerdamis años infantiles, mi pueblo, donde todo escaseaba, eran tiempos dificiles, de postguerra. Donde la limpieza de calles y plazas era mínima, donde para encontrar un yogur o unos cereales, tenías que hacer «moneda falsa» como se dice vulgarmente, no era un bien corriente. Curioso ya que se trata de un buen alimento, para quienes no podemos comer pan, por alérgia al gluten, que empezó a comercializarse el año 1906 por aquel Director de un Sanatorio, Will Keith Kellogg. Me sucedió hoy, pero me ha ocurrido en otro países. Al final lo conseguí, fue mi desayuno.
Más preocupante es la basura que llena las calles, campos, carreteras. Necesitan con urgencia organizar la gestión de los residuos, su recolección, transporte, procesamiento, reciclaje. Esta gestión, ardua de entrada, favorecerá la vida en este maravilloso país. Se trata de un esfuerzo común, que favorecerá a todos, empezando por la salud humana, la estética del entorno ahora degradado. Además, es un excelente sistema para recuperar muchos recursos. ¿Substancias? Sólidas, líquidas o gaseosas como aprendimos en la escuela. Desde estas páginas insto a las autoridades competentes para que den el primer paso cuanto antes, la ciudadanía lo precisa. Luego, o mejor, a la vez, es necesario EDUCAR a la población para que colabore, no abandone cualquier deshecho donde no corresponde. Ojalá que, en otro viaje, mi ilusión se vea cumplida. Podemos ayudarles si lo precisan, en el tema de educativo. Salud es Paz, así lo entendemos desde la Fundación Culturade Paz.
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