Actuación de excelencia la de Pep Bou en el Teatro Tívoli, donde presentó Bombollavà. Lástima que algo le era adverso, tal vez falta de humedad, alguna corriente de aire, que descomponia las burbujas y debió repetir…Siempre con buen humor.
Maravillosa la puesta en escena, el blanco y el negro jugaban a la perfección. La música, los músicos: piano con Leonardo Brizzi y Contrabajo con Oriol Marti.
El espectáculo fue un desafío constante en pos de la belleza y la perfección. Un Pep Bou muy metido en su labor, ilusorio cual es habitual en él, logra transportar a los espectadores hacia su mundo irreal-deslumbrante, el del jabón y las burbujas, siempre innovadoras, en esta ocasión acompañadas de imagenes especiales, una proyección deliciosa, perfecta, que emana mucha fuerza con la figura constante de Pep Bou, siempre, jugando con el blanco y el negro.
Que nadie deje de contemplar esta belleza que no excluye a nadie. Grandes y chicos se sienten cómplices, atraidos por la figura de Pep, simple, que trabaja como si no hiciera nada pero, deslumbra.
Gracias Pep, ¡eres grande entre los grandes!