Quienes tenemos cierta edad, recordamos la aventura de Santa Clara-Cuba, cuando, Ernesto Che Guevara con su «equipo», que no ejército, ocupó Santa Clara, y divide la isla en dos. Fue de gran importancia, estratégica, de cara el triunfo final de la revolución que impactó al mundo. Supuso la toma de la primera capital de província, último recurso militar de aquella dictadura tiránica, de Fulgencio Batista.
El ejército ocupaba posiciones estratégicas en la ciudad. Estaba concentrado en los edificios más sólidos, los puntos de resistencia eran bastante fuertes, asegurando, el dominio pero, los rebeldes, controlaban la comunicación terrestre. Contaban con unos 400 hombres aunque, con escaso armamento. ¿Qué ocurrió? Capturaron un tren blidado y con él, armaron bien a la tropa. El 29 de diciembre, después de haber desalojado de la Loma de Capiro al enemigo, éste se retira hacia el tren blindado, que descarrila, debido a que los rebeldes habían destruido las líneas ferroviarias y, después de un intenso combate, es obligado a rendirse. Once horas despues Batista huye y se anuncia la victoria de la Revolución.
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