El miedo: enemigo de la alegría de vivir. Leonardo Boff

septiembre 6, 2017
Hoy en el mundo, y en Brasil, las personas están angustiadas por el miedo a asaltos, a veces con muertes, balas perdidas y atentados terroristas. Los realizados recientemente en Barcelona y Londres, provocaron un miedo generalizado, por más que haya habido demostraciones de solidaridad y manifestaciones pidiendo paz.

Yendo más al fondo de la cuestión, hay que reconocer que esta situación generalizada de miedo es la consecuencia última de un tipo de sociedad que ha puesto la acumulación de bienes materiales por encima de las personas y ha establecido como valor principal la competición y no la cooperación. Además ha elegido el uso de la violencia como forma de resolver los problemas personales y sociales.

La competición debe distinguirse de la emulación. La emulación es buena, pues trae a la superficie lo que tenemos de mejor dentro de nosotros y lo mostramos con sencillez. La competición es problemática, pues significa la victoria del más fuerte de los contendientes, derrotando a todos los demás, lo cual genera tensiones, conflictos y guerras.

En una sociedad donde esta lógica se hace hegemónica, no hay paz, sólo armisticio. Siempre existe el miedo a perder, perder mercados, ventajas competitivas, ganancias, el puesto de trabajo y la propia vida.

La voluntad de acumulación también produce ansiedad y miedo. Su lógica dominante es ésta: quien no tiene, quiere tener; quien tiene, quiere tener más; y quien tiene más dice: nunca es suficiente. La voluntad de acumulación alimenta la estructura del deseo que, como sabemos, es insaciable. Por eso, necesita garantizar el nivel de acumulación y de consumo. De ahí resulta la ansiedad y el miedo a no tener, a perder capacidad de consumir, a descender en status social y, por fin, a empobrecerse.

El uso de la violencia como forma de solucionar los problemas entre países, como se mostró en la guerra de Estados Unidos contra Irak, se basa en la ilusión de que derrotando al otro o humillándolo conseguiremos fundar una convivencia pacífica. Un mal de raíz, como la violencia, no puede ser fuente de un bien duradero. Un fin pacífico demanda igualmente medios pacíficos. El ser humano puede perder, pero jamás tolera ser herido en su dignidad. Se abren heridas que difícilmente se cierran y sobra rencor y espíritu de venganza, humus alimentador del terrorismo, que victima tantas vidas inocentes como lo hemos visto en muchos países.

Nuestra sociedad de cuño occidental, blanca, machista y autoritaria ha elegido el camino de la violencia represiva y agresiva. Por eso anda siempre metida en guerras, cada vez más devastadoras, como en la actual de Siria, con guerrillas cada vez más sofisticadas, y con atentados cada vez más frecuentes. Detrás de tales hechos existe un océano de odio, amargura y deseo de venganza. El miedo flota como un manto de tiniebla sobre las colectividades y sobre las personas individuales.

Lo que invalida el miedo y sus secuelas es el cuidado de unos a otros. El cuidado constituye un valor fundamental para entender la vida y las relaciones entre todos los seres. Sin cuidado la vida no nace ni se reproduce. El cuidado es el orientador previo de los comportamientos para que sus efectos sean buenos y fortalezcan la convivencia.

Cuidar a una persona es involucrarse con ella, interesarse por su bienestar, sentirse corresponsable de su destino. Por eso, todo lo que amamos también lo cuidamos y todo lo que cuidamos también lo amamos.

Una sociedad que se rige por el cuidado, cuidado de la Casa Común, la Tierra, cuidado de los ecosistemas que garantizan las condiciones de la biosfera y de nuestra vida, cuidado de la seguridad alimentaria de cada persona, cuidado de las relaciones sociales para que sean participativas, equitativas, justas y pacíficas, cuidado del ambiente espiritual de la cultura que permite a las personas vivir un sentido positivo de la vida, acoger sus limitaciones, el envejecimiento y la propia muerte como parte de la vida mortal, esta sociedad de cuidado gozará de paz y concordia necesarias para la convivencia humana.

En momentos de gran miedo, ganan especial sentido las palabras del salmo 23, aquel de “el Señor es mi pastor, nada me puede faltar”. El buen pastor asegura: “aunque pases por el valle de sombra de la muerte, no temas porque yo estoy contigo”.

Quien logra vivir esta fe se siente acompañado y en la palma de la mano de Dios. La vida humana gana ligereza y conserva, incluso en medio de riesgos y amenazas, una serena jovialidad y alegría de vivir. Poco importa lo que nos suceda, sucede en su amor. Él sabe el camino y lo sabe bien.


Las crisis de la izquierda latinoamericana. Emir Sader

febrero 23, 2016

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ALAI AMLATINA, 22/02/2016.- Se puede decir que hay dos izquierdas en América Latina y que ambas padecen de crisis, cada una a su manera. Una es la que llegó a los gobiernos, empezó procesos de democratización de las sociedades y de salida del modelo neoliberal y que hoy se enfrenta a dificultades –de distinto orden, desde afuera y desde adentro– para dar continuidad a esos procesos. La otra es la que, aun viviendo en países con continuados gobiernos neoliberales, no logra siquiera constituir fuerzas capaces de ganar elecciones, llegar al gobierno y empezar a superar el neoliberalismo.

La izquierda posneoliberal ha tenido éxitos extraordinarios, aún más teniendo en cuenta que los avances en la lucha contra la pobreza y la desigualdad se han dado en los marcos de una economía internacional que, al contrario, aumenta la pobreza y la desigualdad. En el continente más desigual del mundo, cercados por un proceso de recesión profunda y prolongada del capitalismo internacional, los gobiernos de Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador han disminuido la desigualdad y la pobreza, han consolidado procesos políticos democráticos, han construido procesos de integración regional independientes de Estados Unidos y han acentuado el intercambio Sur-Sur.

Mientras que las otras vertientes de la izquierda, por distintas razones, no han logrado construir alternativas a los fracasos de los gobiernos neoliberales, de las cuales los casos de México y de Perú son los dos más evidentes, mostrando incapacidad, hasta ahora, de sacar lecciones de los otros países, para adaptarlas a sus condiciones específicas.

¿En qué consiste la crisis actual de las izquierdas que han llegado al gobierno en América Latina? Hay síntomas comunes y rasgos particulares a cada país. Entre ellos están la incapacidad de contrarrestar el poder de los monopolios privados de los medios de comunicación, aun en los países en los que se ha avanzado en leyes y medidas concretas para quebrar lo que es la espina dorsal de la derecha latinoamericana. En cada uno de esos países, en cada una de las crisis enfrentadas por esos gobiernos, el rol protagónico ha sido de los medios de comunicación privados, actuando de forma brutal y avasalladora en contra de los gobiernos, que han contado con éxitos en su gestión y un amplio apoyo popular.

Los medios han ocultado los grandes avances sociales en cada uno de nuestros países, los han censurado, han tapado los nuevos modelos de vida que los procesos de democratización social han promovido en la masa de la población. Por otro lado, destacan problemas aislados, dándoles proyecciones irreales, difundiendo incluso falsedades, con el propósito de deslegitimar las conquistas logradas y la imagen de sus líderes, sea negándolas, sea intentando destacar aspectos secundarios negativos de los programas sociales.

Los medios han promovido sistemáticamente campañas de terrorismo y de pesimismo económico, buscando bajar la autoconfianza de las personas en su propio país. Como parte específica de esa operación están las sistemáticas denuncias de corrupción, sea a partir de casos reales a los que han dado una proporción desmesurada, sea inventando denuncias por las cuales no responden cuando son cuestionados, pero los efectos ya han sido producidos. Las reiteradas sospechas sobre el accionar de los gobiernos producen, especialmente en sectores medios de la población, sentimientos de crítica y de rechazo, a los que pueden sumarse otros sectores afectados por esa fabricación antidemocrática de la opinión pública. Sin ese factor, se puede decir que las dificultades tendrían su dimensión real, no serían transformadas en crisis políticas, movidas por la influencia unilateral que los medios tienen sobre sectores de la opinión pública, incluso de origen popular.

No es que sea un tema de fácil solución, pero no considerar como un tema fundamental a enfrentar es subestimar el nivel en que la izquierda está en mayor inferioridad: la lucha de las ideas. La izquierda ha logrado llegar al gobierno por el fracaso del modelo económico neoliberal, pero ha recibido, entre otras herencias, la hegemonía de los valores neoliberales diseminados en la sociedad. “Cuando finalmente la izquierda llegó al gobierno, había perdido la batalla de las ideas”, según Perry Anderson. Tendencias a visiones pre-gramscianas en la izquierda han acentuado formas de acción tecnocráticas, creyendo que hacer buenas políticas para la gente era suficiente como para producir automáticamente conciencia correspondiente al apoyo a los gobiernos. Se ha subestimado el poder de acción de los medios de información en la conciencia de las personas y los efectos políticos de desgaste de los gobiernos que esa acción promueve.

Un otro factor condicionante, en principio a favor y luego en contra, fue el relativamente alto precio de los commodities durante algunos años, del que los gobiernos se aprovecharon no para promover un reciclaje en los modelos económicos, para que no dependieran tanto de esas exportaciones. Para ese reciclaje habría sido necesario formular y empezar a poner en práctica un modelo alternativo basado en la integración regional. Se ha perdido un período de gran homogeneidad en el Mercosur, sin que se haya avanzado en esa dirección. Cuando los precios bajaron, nuestras economías sufrieron los efectos, sin tener como defenderse, por no haber promovido el reciclaje hacia un modelo distinto.

Había también que comprender que el período histórico actual está marcado por profundos retrocesos a escala mundial, que las alternativas de izquierda están en un posición defensiva, que de lo que se trata en este momento es de salir de la hegemonía del modelo neoliberal, construir alternativas, apoyándose en las fuerzas de la integración regional, en los Brics y en los sectores que dentro de nuestros países se suman al modelo de desarrollo económico con distribución de renta, con prioridad de las políticas sociales.

En algunos países no se ha cuidado debidamente el equilibrio de las cuentas públicas, lo cual ha generado niveles de inflación que han neutralizado, en parte, los efectos de las políticas sociales, porque los efectos de la inflación recaen sobre asalariados. Los ajustes no deben ser trasformados en objetivos, pero si en instrumentos para garantizar el equilibrio de las cuentas públicas y eso es un elemento importante del éxito de las políticas económicas y sociales.

Aunque los medios de información hayan magnificado los casos de corrupción, hay que reconocer que no hubo control suficiente de parte de los gobiernos del uso de los recursos públicos. El tema del cuidado absoluto de la esfera pública debe ser sagrado para los gobiernos de izquierda, que deben ser los que descubran eventuales irregularidades y las castiguen, antes de que lo hagan los medios de información. La ética en la política tiene que ser un patrimonio permanente de la izquierda, la transparencia absoluta en el manejo de los recursos públicos tiene que ser una regla de oro de parte de los gobiernos de izquierda. El no haber actuado siempre así hace que los gobiernos paguen un precio caro, que puede ser un factor determinante para poner en riesgo la continuidad de esos gobiernos, con daños gravísimos para los derechos de la gran mayoría de la población y para el destino mismo de nuestros países.

Por último, para destacar algunos de los problemas de esos gobiernos, el rol de los partidos en su condición de partidos de gobierno nunca ha sido bien resuelto en prácticamente ninguno de esos países. Como los gobiernos tienen una dinámica propia, incluso con alianzas sociales y políticas con la centro izquierda, en varios casos, esos partidos deberían representar el proyecto histórico de la izquierda, pero no han logrado hacerlo, perdiendo relevancia frente al rol preponderante de los gobiernos. Se debilitan así la reflexión estratégica, más allá de las coyunturas políticas, la formación de cuadros, la propaganda de las ideas de la izquierda y la misma lucha ideológica.

Nada de eso autoriza a hablar de “fin de ciclo”. Las alternativas a esos gobiernos están siempre a la derecha y con proyectos de restauración conservadora, netamente de carácter neoliberal. Los gobiernos posneoliberales y las fuerzas que los han promovido son los elementos más avanzados que la izquierda latinoamericana dispone actualmente y que funcionan también como referencia para otras regiones de mundo, como España, Portugal y Grecia, entre otros.

Lo que se vive es el final del primer periodo de la construcción de modelos alternativos al neoliberalismo. Ya no se podrá contar con el dinamismo del centro del capitalismo, ni con precios altos de las commodities. Las clave del paso a un segundo período tienen que ser: profundización y extensión del mercado interno de consumo popular; proyecto de integración regional; intensificación del intercambio con los Brics y su Banco de Desarrollo.

Además de superar los problemas apuntados anteriormente, antes que todo crear procesos democráticos de formación de la opinión pública, dar la batalla de las ideas, cuestión central en la construcción de una nueva hegemonía en nuestras sociedades y en el conjunto de la región.

Hay que construir un proyecto estratégico para la región, no solo de superación del neoliberalismo y del poder del dinero sobre los seres humanos, sino de construcción de sociedades justas, solidarias, soberanas, libres, emancipadas de todas las formas de explotación, dominación, opresión y alienación.


DemosPaz: UAM-Fundación Cultura de Paz

febrero 20, 2016

El viernes 19 de febrero 2016, tuve el honor de asistir a un acto de los que hacen historia, para no olvidar. A las 10,30h de la mañana, el Rector de la UAM José Mª Sanz Martínez y el Presidente de Fundación Cultura de Paz Federico Mayor Zaragoza han firmado el acuerdo de creación del Instituto Mixto de Derechos Humanos, Democracia, Cultura de Paz y No Violencia, entre la UAM y la Fundación Cultura de Paz. Será conocido con el nombre DemosPaz.
Impresionante la Sala de Actos, con la presencia de los Decanos y Profesores de las distintas Facultades, Consejo Social, amigos y colaboradores, que nos movemos en el mundo de DH y Paz.

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En la Mesa, junto al Rector y a Federico Mayor estaban la Decana de la Facultad de Derecho Yolanda Valdeolivas, los Decanos de la Facultad de Ciencias José Mª Carrascosa, el de Filosofía y Letras Antonio Cascón.
Nos emocionaron sus discursos, nos transmitieron su emoción, no se trataba de un mero acto protocolario, era una decisión unánime, a la que dieron su beneplácito, TODOS los Miembros del Rectorado, Consejo de Gobierno, Consejo Social.
La función de la Universidad dijo Yolanda Valdeolivas es la promoción de conocimientos y patrones de vida de ámbito sostenible. De ahí la necesidad de trabajar con la sociedad, teniendo en cuenta que Paz no es solo ausencia de guerra, son valores, actitudes a través del dialogo. En esto coincide la UAM con la Fundación Cultura de Paz, la metodología-rigor que ha pregonado siempre Federico Mayor Zaragoza. Intentaremos engrandecer, desde la UAM esta iniciativa que compartiremos con otras entidades.
El Decano de Filosofía José Mª Cascón comentó que todas la Facultades se quieren sumar. Que acabó el neoliberalismo y el ultra liberalismo que existía en tiempos de Margaret Tatcher y Ronald Reagan, un capitalismo difícil de hacer compatible con la Paz. Comentó las Conversaciones habidas estos días en Bruselas entre los que dirigen el mundo, que calificó de vergonzantes. Se niega, se culpabiliza siempre al pobre. Nuestro entusiasmo, coincide con el principio básico de este nuevo Instituto, para luchar contra la ideología Neo Liberal. Instituto Mixto de Derechos Humanos-Democracia-Cultura de Paz y No Violencia, la ambición e ilusión de nuestro Rector, de nuestros Decanos, de Federico Mayor Zaragoza. Comienza un gran camino, es preciso trabajar mucho.
El decano de Ciencias José Mª Carrascosa, dijo que era un honor participar en este acontecimiento, constatar la energía del Dr. Federico mayor Zaragoza, con el que tuvo el placer de colaborar en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Que le complace que la UAM se adhiera a este nuevo ámbito de Investigación multidisciplinar. La ciencia ha aportado mucho a la vida, pero la falta de control de algunos avances han comportado muerte y destrucción atómica, de ahí la necesidad de alcanzar nuestro objetivo: Paz.
Federico Mayor Zaragoza emocionado, dijo sentirse feliz y agradecido a la UAM, uno de los centros más importantes del mundo porqué tienen clara su misión: Cambiar la Cultura de fuerza e imposición, enseñar a pensar, a crear filosofía de la vida, a ser libres y educados. Tienen responsabilidad intergeneracional en la exigencia diaria. Premisas claras de que la vida de los seres humanos es igual. La necesidad de compartir y cambiar la confrontación por la discusión. Que la economía debe ser subordinada a la justicia social para conseguir, para todos, una vida digna que nos libere a todos del miedo. Agradeció la oportunidad de trabajar unidos en una misma dirección, la de conseguir para todos, el triunfo de los DH, para muchos, desconocidos.
Cerró el acto el Rector José Mª Sanz, que agradeció a FMZ la confianza que ha tenido respecto a la UAM: ofrecernos la oportunidad de innovación para que, en este SXXI, la Investigación que genera conocimientos, permita transferir a la Sociedad valores diferentes. Su propuesta, nos da la oportunidad de entrar en esta frontera del conocimiento, formación, debate. Nos permitirá incorporar a nuestra UAM diferentes ámbitos, pero también fuera de ella. Apostamos por la Cultura interdisciplinar en todas las áreas del conocimiento, para acabar con la desigualdad, la pobreza, la violencia. La UAM será el motor para ofrecer y apostar por los valores opuestos, los que permitan construir la sociedad del bienestar para todos sin discriminación. El Instituto DemosPaz no debe ser solo para la UAM sino Nacional e Internacional.
La emoción planeaba sobre todos los asistentes, que agradecimos tan entrañable Acto. No dudamos que tiene un hermoso futuro. Lo conseguiremos, fueron las palabras más coreadas.


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