Leyendo respecto a las relaciones de Francia-Cuba, me han venido recuerdos de mi amistad con Danielle, con la que colaboré hasta su muerte. Compartíamos mismos anhelos, esperanzas de un mundo mejor, de Paz e Igualdad. La foto es del año 2009, cuando estuvimos en Paris, con la Marcha Mundial por la Paz y la NoViolencia
Danielle era una persona muy crítica y, ¿saben? era entusiasta de Cuba y de la Revolución. Era muy exigente, exigencia que empezaba consigo misma. Adoraba a François, le quiso con locura hasta su muerte. Cuando hablaba de él, su rostro se iluminaba. Teníamos mucho en común…
En cierta ocasión cuando se hablaba de «presos políticos» y se atacaba Cuba como si fuera el único país que los tenia, pidió a Fidel de visitar los centros penitenciarios para conocer en qué situación se encontraban.
Aseguró que NO había presos políticos, que sí, había, los clásicos reos que, pagados por… se hacían pasar por presos políticos, como siempre ha sucedido para pedir la libertad, en Cuba, en América, en no importa qué país.
Compartí con ella encuentros de trabajo, de amistades, entre las cuales Federico Mayor Zaragoza, Guayasamin, Fidel Castro.
François y Danielle eran grandes idealistas pero, no pensaban igual. Cada uno hacia su vida, aunque vivían juntos en el Eliseo. Ella nunca pidió ni aceptó aportaciones económicas, a pesar de ser la esposa del presidente.
Le hice una Entrevista para mi libro «Els meus personatges» el año 2000. Me contó aquella gran aventura que supuso ganar la Presidencia de la República, tras arduas batallas y, muchos intentos.
La primera frase que compartieron, al conocer los resultados que les otorgaban la victoria y, con la victoria presidencia del país fue, Qu’est ce que nous arrive…
Me consta que François Mitterrand realizó una visita de carácter privado a Cuba con una delegación del Partido Socialista el año 1974. En aquella ocasión se entrevistó con Fidel Castro, pero, a partir de aquel momento, se distanció del líder cubano.
Incluso se negó, de entrada, a recibirle oficialmente cuando Fidel viajó a París el mes de marzo de 1995, unos meses antes de que Mitterrand dejara el poder.
Pero Danielle pidió a su marido de recibirle y ofrecerle un almuerzo en el Elíseo. François Mitterrand aceptó. Solo le puso una condición, de vestir normal, no, de verde con uniforme militar.
La visita, fue calificada de visita privada, de amigos. Era el 13 de marzo de 1995.
Castro viajó a Paris, invitado por el Director General de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, para pronunciar un discurso.
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